El zorro raposo había invitado al gato gordo y fuerte de la ciudad.
Entonces el zorro se encontró con el ratoncito:
– Holá, zorro, ¿como estás?
– Bien, muy bien. ¿Aún no sabes? Tendré visita de la ciudad.
– ¿Quién te va visitar?
– El gato gordo y fuerte.
– ¡Diós mío! se espantó el ratoncito. – Cuando éste me pilla, me come sin mas ni mas. Me tengo que salvar de prisa.
Cuando el ratoncito huyendo estuvo a punto de quitar el bosque, se encontró con la liebre.
– Holá, ratoncito, ¿como estás?
– Mal, muy mal. Tengo Prisa. Tengo que quitar el bosque.
– ¿Que pasa?
– ¿Aún no sabes? El gato gordo y fuerte de la ciudad se acerca al bosque. Es tan grande como una ternera y lleva uñas mas agudas que una navaja.
– ¡Diós mío! se espantó la lievre. – Cuando éste me pilla, me come sin mas ni mas. Me tengo que salvar de prisa.
Cuando la liebre huyendo estuvo a punto de quitar el bosque, se encontró con la ardilla.
– Holá, liebre, ¿como estás?
– Mal, muy mal. Tengo Prisa. Tengo que quitar el bosque.
– ¿Qué pasa?
– ¿Aún no sabes? El gato gordo y fuerte de la ciudad se acerca al bosque. Es grande como un toro, lleva uñas mas agudas que una navaja y dientes del tamaño de la pala de una excavadora.
– ¡Diós mío! se espantó la ardilla. – Cuando éste me pilla, me come sin mas ni mas. Me tengo que salvar de prisa.
Cuando la ardilla huyendo estuvo a punto de quitar el bosque, se encontró con (el animal siguiente)
Los niños se escogen el animal, que el ardilla encuentra, y después el animal, que aquel encuentra saliendo del bosque.
El animal que se retira del bosque se imagina capacidades mas peligrosas del gato gordo y fuerte y la junta a las que le había declarado su predecesor, por ejemplo:
– Te coge mas de prisa que un rayo y te traga de un solo bocado.
– Es mas fuerte que un elefante y su boca tan grande como la puerta de un garaje.
– Corre mas rapidamente que un rinoceronte y su boca echa fuego.
– Es mas comilón que un dragón y te asfixia con su aliento apestoso y mortífero.
– Se puede volver invisible y te traga sin que te des cuenta.
Cuando (el último animal) huyendo estuvo a punto de quitar el bosque, se encontró con el zorro raposo:
– Holá, (el último animal), ¿como estás?
– Mal, muy mal. Tengo Prisa. Tengo que quitar el bosque.
– ¿Que pasa?
– ¿Aún no sabes? El gato gordo y fuerte de la ciudad se acerca al bosque. Es tan grande como un toro, lleva uñas mas agudas que una navaja, dientes del tamaño de la pala de una excavadora, (repitiendo todas las capacidades mencionadas del gato gordo y fuerte).
– Diós mío! se espantó el zorro. !A que monstruo he invitado! Cuando éste me pilla, me come sin mas ni mas. Me tengo que salvar de prisa.
Y tambien huyó del bosque al instante.
En fin el gato gordo y fuerte llegó al bosque. Se maravilló: – Me parecía que muchos animales viven en le bosque.
Pero este bosque estaba vacía, no encontró ni siquiera el zorro, que le había invitado.
– Que bosque mas aburrido, se dijo el gato gordo y fuerte y volvió en seguida a la ciudad.
Adaptación de un cuento popular italiano
Linguistiquamente se trata de formar comparaciones: Una cualidad cada vez mas peligrosa del gato horrible se añade en cada episodio a la cadena de comparaciones.
Los niños escogen un animal que encuentra el que huye del bosque. Cuando no les ocurre una comparación nueva a los niños les ayuda el narrador.
La cadena de las comparaciones se puede repitir conjuntamente. En muchos casos los niños la repiten espontaneamente y con entusiasmo.