Un pájaro carpintero quería casarse, pero no con cualquiera, sino con el ser más fuerte del mundo. Por eso no le valía la pajarita carpintera, tan floja y pequeña como era.
Había oído decir que el ser más fuerte tenía que ser el sol, que pica a los hombres y seca los prados. Por eso él voló al lado del sol y le dijo:
– Tú eres el ser más fuerte del mundo. ¿Quieres casarte conmigo?
– Sí que soy muy fuerte, ‑le contestó el sol‑, pero hay quien es más fuerte que yo. Es la nube, que se pone por delante de mí, oculta la luz y difumina toda la fuerza de mis rayos con la sombra que proyecta.
Entonces, el pájaro carpintero voló hasta la nube y le habló:
– Tú eres todavía más fuerte que el sol, porque le quitas la luz. ¿Quieres casarte conmigo?
– Sí que soy más fuerte que el sol, ‑le respondió la nube‑, pero hay alguien más fuerte que yo. Es el viento que me empuja y me apresa en el cielo.
Así fue que el pájaro carpintero voló junto al viento y le preguntó:
– Tú eres incluso más fuerte que la nube, porque la empujas por el cielo. ¿Quieres casarte conmigo?
– Sí que soy mas fuerte que la nube, ‑le sopló el viento‑, pero hay alguién más fuerte que yo. Es el roble, que se pliega, y resiste a todos mis empujes.
De ese modo el pájaro carpintero voló a posarse en el roble y le interrogó:
– Tú eres incluso más fuerte que el viento, porque resistes a sus ataques. ¿Quieres casarte conmigo?
– Sí que soy más fuerte que el viento, ‑le confirmó el roble‑, pero hay alguién más fuerte que yo. Es la pajarilla carpintera que pica, agujerea mi corteza y no la puedo ahuyentar.
Al momento el pájaro carpintero voló al lado de la pajarita carpintera y le dijo:
– Tú eres incluso más fuerte que el roble, a quien picas en su corteza sin que pueda librarse de ti. ¿Quieres casarte conmigo?
La pajarilla asintió y el carpintero pudo casarse, finalmente, con el ser más fuerte del mundo.
Adaptación de un cuento tradicional tibetano